El aceite de rosa de mosqueta es uno de los aceites regeneradores e hidratantes más potentes para la piel: ayuda a la eliminación de manchas, cicatrices y estrías.
Retrasa los Signos de Envejecimiento Prematuro y las Arrugas: Esto se debe a la cantidad de antioxidantes y vitaminas que contiene el Aceite de Rosa Mosqueta, pudiendo penetrar en las capas más profundas de la piel. Según la Clínica Cleveland de Ohio, Estados Unidos, la Vitamina C de la Rosa Mosqueta estimula la producción de colágeno, reduciendo las líneas de expresión y las arrugas de nuestro rostro.
Mejora las Estrías y Manchas de la Piel: Los aceites grasos esenciales de la Rosa Mosqueta mejoran claramente la pigmentación de la piel, su textura y tono. Además, debido a su alto componente en antioxidantes y Vitaminas (principalmente C y A) produce colágeno y protege de los daños externos como el sol, reduciendo las marcas de estrías y las manchas de nuestra piel.
Combate los efectos del Foto-Envejecimiento: El principal causante de la foto envejecimiento son los rayos uva producidos por el sol. Éstos producen manchas en la piel y arrugas. La combinación de las propiedades del Aceite de Rosa Mosqueta con sus antioxidantes y ácidos grasos esenciales, mejoran la pigmentación, el tono de piel y la textura. Además, la Vitamina C contrarresta la disminución de colágeno producida por la exposición al sol. También puede ayudar en la eliminación de rojeces e irritación de la piel hidratándola.
Rehidrata la Piel Seca: La Vitamina A que tiene la Rosa Mosqueta hace que mejore los niveles de humedad de nuestra piel y cree una barrea de impermeabilidad que impide una gran pérdida de agua, lo que se traduce en una piel más hidratada. Es especialmente recomendable en personas de 45 años o más, ya que a ciertas edades la piel fabrica menos colágeno y se pierde elasticidad. El Aceite de Rosa Mosqueta ayuda a equilibrar en gran parte esa pérdida.
Disminuye las Cicatrices Quirúrgicas y Accidentales: Los ácidos grasos esenciales que contiene el Aceite de Rosa Mosqueta ayudan a reducir la cicatrización y promover la regeneración de nuestra piel. Éstos ácidos mejoran la flexibilidad, permeabilidad y la reparación de la piel. La Vitamina A también juega un papel importante ya que ayuda a cicatrizar mejor la herida, igualando el tono y la textura.